la clave para una conservación equitativa y efectiva
Las mujeres rurales de todo el mundo desempeñamos un papel crucial en la conservación de la biodiversidad gracias a nuestros conocimientos de los ecosistemas locales y las prácticas agrícolas tradicionales.
Aquí, en la COP16, nos reunimos para reivindicar nuestros derechos sobre la tierra, ya que son fundamentales para continuar nuestra labor de conservación. La tenencia segura de la tierra es la base que nos permite invertir en prácticas sostenibles, proteger los recursos naturales y mantener la biodiversidad.
- Debemos empezar a equilibrar el poder en favor de las mujeres rurales de todo el mundo y dar prioridad a los derechos de las mujeres sobre la tierra como base de nuestros esfuerzos por preservar la biodiversidad y garantizar un futuro sostenible para todas/os.
- Menos del 20% de los/as propietarios/as de tierras del mundo son mujeres rurales. Cuando poseemos tierras, suelen ser de peor calidad y en parcelas más pequeñas. Esto debe cambiar. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, si tuviéramos el mismo acceso a los recursos, incluida la tierra, el rendimiento agrícola podría aumentar casi un tercio, lo que podría reducir el hambre de 150 millones de personas. Esto se debe en gran parte al papel vital que desempeñan las mujeres rurales como portadoras de conocimientos en agricultura sostenible, biodiversidad y gestión de recursos.
- Las normas culturales dictan el control masculino de importantes espacios sociales y políticos, incluidos los derechos sobre la tierra. Aunque 164 países reconocen legalmente el derecho de las mujeres a poseer y gestionar la tierra, sólo 52 garantizan el ejercicio de este derecho.
- Los derechos de las mujeres sobre la tierra no sólo construyen hogares prósperos y resistentes, sino que también fomentan comunidades con mejores ingresos, mejor nutrición infantil, mayores logros educativos para las niñas y un uso más sostenible de los recursos naturales.
En esta COP16, pedimos a nuestros Estados y a los organismos internacionales que tengan en cuenta nuestras recomendaciones:
- Reconocer y proteger los derechos a la tierra de las mujeres como fundamentales para la conservación de la biodiversidad.
- Integrar los conocimientos y prácticas tradicionales de las mujeres en las políticas medioambientales.
- Garantizar apoyo financiero directo para iniciativas lideradas por mujeres en conservación y desarrollo sostenible.